RAC… AL BARRIO

No es tarde para soñar con otro rostro en el arte, que se muestre enigmático pero colorido ante nosotros. Muchos que ahora somos en él, no nacimos entre cunas de libros e intelectualidades artísticas, provenimos del pueblo, de ahí emanamos muchos vetados (por las condiciones materiales) de esos conocimientos del amplio mundo, los que no crecimos con el habitus del teatro, del cine, de la alta literatura, música, pintura, entre otros más. Es por eso que Pierre Bourdieu, cuando se remitió a las diferencias de clase no solamente se refirió a la insistente tesis económica, sino también a las diferencias que impone en los campos culturales y sociales.
A falta de espacios y de condiciones subjetivas que propicien el crecimiento cultural artístico de nuestro pueblo, la RAC (Red Artistas Comitán) se manifiesta como una propuesta, de algunas otras que coexisten en el municipio, independiente, que se define de variadas formas, como un movimiento artístico y suma de esfuerzos amalgamados, como una tribu del arte que se expresa coloridamente, como un sueño, no utópico, sino lograble, ungido en esta necesidad que pretende crear y llevar el arte a esos espacios que rezagados materialmente no llegan, a revalorizar el trabajo artístico como trabajo, entre muchas otras a considerar el arte como imprescindible en el desarrollo de los pueblos.
Nos preguntan, si la situación del arte en la actualidad es muy mala para nosotros los artistas, efectivamente, no estaríamos aquí si el estado actual de las cosas, en lo local y regional, no lo requiriera. Sin embargo, también es honesto decir que estamos en un momento histórico de cambios y condiciones favorables para emprender el tránsito a propuestas otras, aquellas que provienen desde donde aún no se han escuchado sus voces. ¡Es el mejor momento!
Por eso, cada proyecto emprendido por los sectores populares, en nombre del llamado “Arte”, lleva consigo algo de lucha, de trabajo organizado, -como diría Nietzsche- de sangre, por decir, real y verdadero, mismo que se materializa a través del ente vivo que se hace llamar “Artista”. El arte y el artista, se esfuerzan loablemente por coexistir, así en nuestro Comitán de Domínguez, cuna de la libre expresión, se manifiestan estos entes vivos (artistas) transgrediendo el verosímil carácter del artista pasivo, que sólo abstrae lo que observa, lo que siente frente al estímulo exterior, se extiende, pues, que el carácter del artista busca transformar y dinamizar a la cultura en su lugar, espacio y tiempo histórico que le corresponde vivir. Por esto y más, aquí seguirán emanando, “a pesar de todo”, como se titula una obra de Sánchez Andraka, más y más respuestas, más y más el arte.