“Los caminos difíciles
conducen a destinos hermosos,
por eso no interfieras en tu camino,
no puedes evitar ser,
quien viniste a ser.”
Menmill; Fluidvida
Dedicado desde tiempo atrás y para más, a todos los héroes de capa blanca, verde, azul, gris o negra, que siguen siendo nuestros máximos combatientes; los soldados de la primera línea de batalla, que nos defienden y que aún siguen luchando infatigablemente por nosotros contra esta dura enfermedad. A Ustedes mi reconocimiento, mi respeto, mi cariño y mi esfuerzo.
F. Darinel
EL CAMINO DE HOY
Irreversible
Dentro de todo este mar de mentiras, donde nos aseguran y nos insisten que Chiapas “rebosa de salud”, que estamos más verdes que la propia “Cuija” Velasco y que ahora es imposible que nuestro estado pueda estar en un color del semáforo epidemiológico, en el que en realidad debiera de estar, porque ahora ya también Chihuahua está verde, lo cual es también una gran pregunta, porque nadie sabe también la realidad en la que se encuentra ese estado, que a lo mejor tropieza.
Perversos
Me atrevo a especular ello, porque no es raro en ninguna parte del mundo, que una de las manías más perversas que tienen los políticos, a pesar de que esté en riesgo la vida de las personas, es esa horrible y despiada manía de alterar cifras, restando o sumando, de acuerdo cómo les convenga, donde con una actitud inhumana mienten con toda la boca, con todas las sonrisas que sean capaces y tuercen cifras con el siempre propósito de que su imagen sea de salvadores y que sean los héroes.
Probabilidad
Por eso es que no dudo que también en Chihuahua, probablemente los políticos puedan estar alterando cifras, para dar a conocer o mostrar al resto de México y el mundo, que Chihuahua también “está tan sana como Chiapas”, porque como ya comenté y sabiendo que los políticos todos están hechos y confeccionados con los mismos patrones, es muy probable que también puedan estar alterando números y condiciones, porque entre políticos no hay diferencias, sean del mero norte o del sur.
Sorprendente
Sin embargo y dentro de toda esta hipocresía, dentro de todo ello me pareció bueno que ayer el presidente municipal de Comitán, Emanuel Cordero Sánchez, a quien le quedan pocos días al frente de su responsabilidad, publicara un video donde lejos de seguir repitiendo las buenas y rositas noticias de que aquí en Chiapas no pasa nada, que todo es alegría y felicidad, en él dio a conocer que los casos de enfermos de Covid-19 se han elevado y que por ende es bueno seguir con las sanas medidas.
Triste
Pues eso definitivamente yo creo que todos los saben, que los casos en esta Tercera ola de Covid, son palpables; notorios, que están; siguen a la alza y que son los casos de mayor incidencia, por los que están llenos los covidtarios de el estado, con pacientes que no quisieron vacunarse o que no usaban cubrebocas y que andaban por ahí presumiendo su invulnerabilidad o más bien valiéndoles mayes andar por ahí sin cubrebocas, o creídos y seguros no les iba a pasar nada, que todo es mentira.
Extrañeza
Pero pareciera que mucha de esa gente que asumió o ha asumido esa actitud necia, donde muchos de ellos son familiares o amigos muy cercanos, pareciera que en una negra coincidencia, como si la vida se empeñase en recordar que la Covid-19 no es una mentira, sino una brutal y seca y dolorosa realidad, se afana en tomar por sorpresa a muchas de estas personas, por sobre todo he visto que les afecta, negra y coincidentemente a todos aquellos que se afanan en divulgar que ésto es mentira.
Mínimamente
Claro, no todos han caído enfermos y ni quiero que todos los que quiero y que conozco y que han asumido esta necia y dura actitud, caigan de esta manera, donde; no me van a dejar mentir amables lectores, creo que en cada familia, por lo menos hay un caso de estos, aunque también hay casos de personas que no sabían que estaban infectadas y algunas de ellas acudieron a obtener su segunda dosis por esos días, en el caso de vacunas que así lo requieren y enfermaron de gravedad
Casos
Bueno, no precisamente su segunda dosis, sino también primera dosis o dosis única, que para algunos estando infectados y luego vacunados, pues sobrellevaron las molestias que no fueron muchas, pero para otros la vacuna les potenció la enfermedad y algunos, como una amiga mía, cayeron enfermos de gravedad; intubados, y ya no se diga aquellas personas que sin vacuna y por no observar las reglas mínimas para no contagiarse, muchos enfermaron de gravedad y murieron.
Ell@s
O algunos otros que por infortunio y aun cuidándose, se contagiaron y enfermaron de gravedad, fueron intubados y luego lograron sobrevivir, pero muchos de ellos, como el caso de una maestra de preescolar, que logró sobrevivir a la Covid-19, pero no a los daños colaterales que le dejó la enfermedad, justo como cayó dando la pelea mi apreciado amigo, que sé que está volando con una moto enduro de nubes, divirtiéndose en una pista de nimbos dorados por las tardes, el buen Adrián de Arcia.
Carmen
De la misma forma se fue antier mi vecina y amiga de toda la vida; Carmen, que era parte de mi familia vecinal y a quien lo atacó esta enfermedad allá por mayo de este año, quien luego que fue dada de alta, salió muy débil, muy mal, muy maltratada por la enfermedad, con daños severos en sus sistemas, aún así su familia la tomó como era debido, bajo su cuidado y amor, pero antier, aquella niña, no más grande que nosotros por 5 años, que ayudaba a mi mamá a bañarnos de niños, partió igual.
Pequeña
Sí, ella también fue intubada, estuvo muchos días en el Hospital Covid de Comitán, y de ahí salió para cumplir con una negra estadística que poco a poco se va consumando, aquella que dice que los que han caído enfermos de gravedad y que logran sobrevivir a la Covid-19, tienen una esperanza de vida de 6 meses; más menos, aunque no aplica a todos, pero así fue el caso de ella, de Carmen, la niña que trabajaba ya a los 13 años en la “Tienda de Doña Mariana”, allá en mi barrio.
Juntos
Recuerdo cómo por las tardes, todos los niños; mis vecinitos de esa parte sur de la 1ª Avenida Oriente , o también conocida como Avenida Rosario Castelllanos, tod@s ell@s, mis hermanas y yo, en la calle y en los cercos de “los sitios” de las casas de los vecinos, en los hoyancos de la calle de tierra; empedrada, jugábamos en la tarde-noche, casi todos los días, a las escondidas, a los quemados, al hoyito pelota, a brincar la cuerda y a más cosas, pero éramos más felices cuando Carmen se unía.
Espera
Nos emocionaba, porque nosotros ya la veíamos muchacha y apenas quizá tenía 12 ó 13 años, y claro, como era niña se unía a nosotros, quería jugar también porque su alma, su espíritu de niña así se lo exigía, y qué mejor que jugar con sus vecinos, para eso antes una pequeña comitiva la iba a ver a esa famosa tienda, donde trabajaba como pequeña dependienta, ahí le preguntaban los enviados si iba a poder pasar cuando saliera de trabajar; a las 6, a jugar con nosotros; aguardábamos
Finalmente
Era una alegría infinita ver que llegaba con nosotros, luego se iba a su casa, la última de entonces de esa calle; la que estaba antes de la zanja del Ocumito, ese rio de temporal que en esa parte, precisamente se había comido esa parte de la calle, por eso su casa era la última, donde falleció antier en la noche, y hasta allá iba después de hablarnos, para ir a dejar sus cosas que llevaba siempre en una bolsa de plástico y para pedir permiso a su mamá, para poder volver a jugar mucho.
Tristeza
Sí, me duele que “la Carmen”, como cariñosamente le decíamos los que la conocíamos, los que la queríamos, los que la vimos crecer junto a nosotros, los que la vimos tener novio muy joven y luego casarse y luego hacerse madre, y luego volverse señora, pero sin nunca perder ese alegre y dinámico estilo de hablar, de reírse, de ir de un lado para otro; siempre feliz, acarreando sus cosas para la comida diaria de su casa, me duele que haya sufrido, que haya partido así, porque la quise.
Sufrió
La quise y la quiero, como muchos de mis antiguos vecinos niñ@s de entonces lo sienten, me duele porque también por su siempre pobreza, quizá por ello no pudieron, y ni con toda la ayuda que sus siempre vecinos aportábamos, no pudo darle cara como era debido o como debió ser, a todos los daños colaterales que la Covid-19 dejó en su pobre cuerpo maltratado, sufrido, herido, adolorido, pobre y alegre, aún en medio del dolor que le causaban unas pequeñas llagas que ella tuvo.
Paz
-Adiós Carmen; dichosa de vos que vas a poder ver otra vez a “Don Chepelino”; tu papá, a tu mamá Doña Esperanza, a tu hermana Lupe, con quien tan bien te llevabas, y seguramente que vas a volver a abrazar a tu hijita que se te adelantó; “la Negris” y saludar a “Doña Lucita”, como le decías a mi mamá, a quien tanto apreciabas y que de igual forma ella te apreciaba. Adiós y sé que estás ya bien, que los dolores y las incapacidades que te dejó esta enfermedad, han cesado.
Esperanza
Espero que esta lección que nos está entregando diaria y dolorosamente esta enfermedad, que evidentemente está en la partida triste de muchos que no se cuidaron, que fueron indolentes o incrédulos, pero que esta enfermedad con su fea cara les dijo que era real con su muerte o para quienes cayeron por un leve descuido o se contagiaron de la manera más insospechada y de igual forma murieron por lo mismo, sea para quienes aún no se cuidan o creen en ella, el mensaje que los haga cambiar y detener ya esta enfermedad.
Que la paz reine en sus hogares
adriancitio@yahoo.com.mx