Alex Gómez
Tic…tac…tic…tac…
Inicia el último mes para una fallida Cuarta Transformación en Comitán.
Un gobierno que pudo tener buenas intenciones pero que en la ejecución falló terriblemente y se queda, en muchos sentidos, a deber.
Una administración que en el discurso pregonaba las puertas abiertas y la cercanía con la gente, pero que en la realidad distó mucho de ello y se convirtió en una cúpula herméticamente sellada.
Paranoias, venganzas políticas, malas elecciones en los puestos claves y hasta por momentos altivez provocaron que el Ayuntamiento de Emmanuel Cordero esté a punto de terminar como una presidencia gris, sin obras relevantes y contadísimos tinos.
La 4T llegó para ilusionar a un pueblo, aunque en Comitán se conjuntaron muchos contextos para que Morena tuviese la victoria.
Un hartazgo político, el cansancio de la alternancia, no encontrar las soluciones en los gobiernos pasados cuando se habían probado ya prácticamente todos los colores.
Y a eso, sobre todo, súmele el efecto AMLO que sin duda se convirtió en un catalizador para todo aquel que tuviese una foto con él y su nombre en la boleta electoral.
Si hay algo donde pueda encontrarse las principales fallas en la administración del jovenazo Cordero, sin duda alguna sería en la falta de autoridad y toma de decisiones.
Emmy confío en personas que no debió, dejó decisiones importantes en ideologías de otros y se percibió como una figura manipulable y meramente de ornamenta.
Al final de todo y justo ahora en sus últimos días, ha dado varios tinos en la colocación de personas que intentan (¿intentaron ya?) hacer las cosas de mejor manera aunque a esa altura el barco ya estaba completamente hundido.
Cordero Sánchez nunca estableció una correcta relación con la prensa, lo que también mermó de sobremanera sus actividades.
En política, actividad que no se pregona, es actividad que pasa práctica y completamente desapercibida.
La relación con la prensa no hace referencia a dádivas o ‘chayotes’ como muchos llaman, sino a dar una entrevista, una conferencia, salir a dar frente ante alguna polémica que requiriera la imagen del presidente poniendo pecho a los problemas.
Pero los malos consejos de sus supuestos asesores y la percepción de un ataque constante y mediático, lograron encerrar al presidente en una burbuja de la que jamás salió.
Emmanuel puede tener tinos como persona, sin duda alguna algo aprendió en el camino, pero evidentemente que cuando ganas una elección, la presidencia se convierte en algo más grande que uno mismo.
A Emmanuel lo rodearon los intereses, lo rodearon los colmilludos en la polaca y lo rodearon las amistades a quienes quiso dar algo que a la larga terminaron mermándolo.
Inició la cuenta regresiva del último mes de una 4T que queda a deber, a tal grado que la gente, a pesar de todo, eligió de nueva cuenta al PRI en lugar de dar continuidad a un partido por sus fallas y tropezones.
INEXPLICABLEMENTE SIN CAMBIOS
Al presidente de la República, el hombre que más cuida su imagen en la época actual, lo exhibieron.
Y aun así, inexplicablemente, no se han dado cambios en los puntos más estratégicos del Gobierno de Chiapas.
La pésima imagen que se dejó en la gobernabilidad del estado generó que muchos hubiesen esperado un cambio de tajo en el gabinete, sobre todo en la Secretaría de Gobierno, donde sigue y por lo visto seguirá despachando Cecilia Flores.
Haga usted de cuenta que absolutamente nada pasó en Chiapas la semana pasada, que nadie retuvo al presidente, que nadie lo exhibió, que nadie le plantó bloqueo alguno ni mucho menos.
El presidente mismo dijo que podrían tratarse de intereses del pasado, incluso tirando la bola a ex gobernadores mecos.
Pero sorprende mucho que con el estado como está, yéndose al desquicio total, que con la gobernabilidad por los suelos y teniendo como testigo al mismo presidente que sí hay problemas en Chiapas, el gobernador del estado siga manteniendo el mismo gabinete.
Desde la llegada de Cecilia Flores no se ha resuelto absolutamente nada, incluso problemas continúan estableciéndose ya como parte de la vida diaria de Chiapas, como en el caso de Carranza.
Pantelhó se mostró también a nivel nacional como una réplica de las autodefensas en Michoacán, lo que no dejó nada bien parada la imagen del Gobierno del Estado.
Por último lo sucedido al presidente de todos ustedes el fin de semana pasado y que ya no se diga cómo dejó a la figura del gobernador.
Bien dicen que un pueblo tiene el gobierno que se merece, pero también es claro que un gobierno tiene al gabinete que se merece.
Y ciertamente el Gobierno del Estado tiene la reputación que se merece al mantener a personas que no han contribuido en nada a mejorar Chiapas y solo se han dedicado a cobrar la jugosa mensualidad.
Cuando existió el pretexto perfecto para mandar a dormir a muchos que ni para maceta sirven, la autoridad estatal decidió mantenerlos ahí, como si nada, absolutamente nada hubiese sucedido.
GUARDIA NACIONAL, ¿PARA QUÉ?
Uno comienza a preguntarse, ¿pa’ qué sirve la Guardia Nacional en Chiapas?
Y la respuesta sería sin duda: para nada más que para poner en evidencia los abusos de autoridad.
Porque cuando se trata de poner orden, terminan como niños regañados, sentados en un rincón.
Ya sucedió cuando allende por Motozintla hasta extorsionaron a las autoridades de la GN para liberar a sus elementos.
Pues ahora resulta que indígenas de la Selva de Chiapas retuvieron y desarmaron a los elementos de la GN a quienes mantienen retenidos.
Es evidente que algo muy malo está sucediendo con esa fuerza de seguridad que se estableció para salvaguardar a la paisanada.
Pero han sido exhibidos ya en tres ocasiones y en la actual, seguramente se tardará bastante y la figura de seguridad quedará mermada a mera burla y risa.
Lamentable.
Escríbame a letra.capitalcomitan@gmail.com